el secreto bien guardado
por encima de todos los muebles y
por debajo de todas las camas
el secreto mejor guardado, es el
secreto que prolongaste en la yema
de los dedos trenzando hebras
lanceoladas.
Un vestido protector de lluvia
y barro, para caminar
sin que te amedrente el desvarío.
Para ser vos bien vos:
depilarte las cejas y hacerte las uñas
- lo que no aprendiste.
Como tampoco a ocupar un lugar en el espacio:
-Lo que verdaderamente molesta es llevar
puesto un nombre. Historia
muda. Acaso iletrada
la novia de vestido gramilla
regó las semillas paciente
como sólo lo haría una Maestra Normal.
El viento como el agua suspendida en el codo
oculto de la llanura plana
donde cráteres salinos ocultan
alivines exaltados
mezcla rara como el saber en una enciclopedia
-que llegaba a casa los domingos a la noche.
El mundo plegado a los pies de la cama
con el miedo tomando mate
debajo del piso
donde la tierra apretada sufría asfixia.
Entre el piso y la tierra apenas hay nada
pero tan lleno como llena
la luna que miraba ancha,
estupefacta.
Entrar o salir por la puerta hubiera sido
de las formas, la más sencilla,
vivir en el marco entre la pared y la madera
una forma de durar.
por encima de todos los muebles y
por debajo de todas las camas
el secreto mejor guardado, es el
secreto que prolongaste en la yema
de los dedos trenzando hebras
lanceoladas.
Un vestido protector de lluvia
y barro, para caminar
sin que te amedrente el desvarío.
Para ser vos bien vos:
depilarte las cejas y hacerte las uñas
- lo que no aprendiste.
Como tampoco a ocupar un lugar en el espacio:
-Lo que verdaderamente molesta es llevar
puesto un nombre. Historia
muda. Acaso iletrada
la novia de vestido gramilla
regó las semillas paciente
como sólo lo haría una Maestra Normal.
El viento como el agua suspendida en el codo
oculto de la llanura plana
donde cráteres salinos ocultan
alivines exaltados
mezcla rara como el saber en una enciclopedia
-que llegaba a casa los domingos a la noche.
El mundo plegado a los pies de la cama
con el miedo tomando mate
debajo del piso
donde la tierra apretada sufría asfixia.
Entre el piso y la tierra apenas hay nada
pero tan lleno como llena
la luna que miraba ancha,
estupefacta.
Entrar o salir por la puerta hubiera sido
de las formas, la más sencilla,
vivir en el marco entre la pared y la madera
una forma de durar.
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