Lo que ocurrió es difícil
de narrar. Porque de verdad
nada ocurrió para ser narrado.
Luego aparece la necesidad
de comunicar cosas vinculadas
al tiempo y espacio. Y le agregamos
materia a la pintura. Un gran pastiche
que apenas se sostiene adherido al soporte.
Pero como la consistencia del relato
debe conservar ligadura, se van adicionando
detalles: hacía calor. Como nunca. Y entonces.
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