Ir al contenido principal

Hambre

Ya sabemos que el miedo a la muerte
en verdad es miedo a la soledad
hasta de uno mismo. Que es la verdadera
soledad. Esa que raspa desde el hueso 
el reverso de la piel. Ese grito 
mordaza: estoy acá, no me dejen 
todavía no he partido. 
Es tan claro, desde  el alarido que lo nuestro 
es perder que uno al principio acepta
las despedidas de los más viejos. 
Es más, descubre que el cuerpo se detiene
y vuelve de cera. Se acerca y puede tocar
el cachete de la bisabuela que se durmió una tarde 
de junio en el campo de margaritas.
Ahí queda su cuerpo encorvado. Era su hora de descansar.
Luego los pichones de gorrión caídos del nido. 
Amanecían patas para arriba de frío y de torpeza. 
No hay como el pico de una madre: pensé.

Llegaron los perritos . El perro negro que se fue 
a morir solo. Y luego todos los demás.
La muerte no es nadie. Es la falta de alguien
que se empecina
y no fijar ausencia, decir: me voy a dar una vuelta a ver como está.
Pero no está y no estará más.
Se corta la respiración de pensar que tanta gente
 faltará del mundo
y el mundo empobrecido entonces llorará
llenando el surco con palabras

porque el lenguaje es así
te llena por un momento
la panza
con hambre
de gente que se irá.

Comentarios

Entradas populares de este blog

: Hornallas (pdn)

Lo veía llegar cargado con las bolsas del supermercado para llenar la heladera. Rápidamente, desenfundar el cuchillo de cortar carne para hacer un estofado, con zanahorias y cebolla de verdeo. Un toque de malbec y mucho malbec en las copas. Mirábamos el cambio de estación desde el ventanal y soñábamos con envejecer juntos. Yo dije que sí a todo pero dudando sobre lo de envejecer. No quiero estar para eso. Después comíamos vorazmente como si hubiéramos salido de caza y teníamos que acumular esa carne en los músculos para poder hacer frente a un invierno crudo a la intemperie. Malbec nos ponía contentos. Yo veía todo más hipermétrope . Había algo de distorsión en el futuro también. Las ollas quedaban sucias para el otro día. Las hornallas pedían un poco descanso. La mesa vestida con un mantel que ni ella reconocía en su memoria de mesa. La noche se hacia de día. Eran columnas de luz heridas por el fósforo de la petroquímica. Me ponía la placa de bruxismo y me ocultaba en un edredón inver...

Medidas de abrigo

hace tres días empezó el invierno. El frío se hace agudo . Es una piña de larga duración en la cara de la gente que no tiene abrigo. En el trabajo social existe una medida que se llama de Abrigo. Está relacionada con la infancia. Se aplica cuando un niño queda abandonado y el estado toma una medida de protección . El abrigo supone la derivación del chico a una institución de menores. Una medida de abrigo que es bastante hostil puesto que las instituciones están llenas de niños  con diferentes historias de abandono y maltrato. Hijos de madres y padres que han sido niños maltratados y abandonados. Muchos de ellos violados. Uno tiende a generalizar con la palabra maltrato pero un golpe no es lo mismo que una violación. Algunos niños no saben que han sido violados pero tienen sensaciones de opresión , asfixia, estiramientos propios de sesiones de tortura. La falta de sostén o de abrazo, la exposición al silencio prolongado han producido experiencias de muerte que permanecen como exper...
Bordado libre