Francamente no creo que nadie le
pueda decir a otro cómo debe vivir. Pero sí creo en el efecto que tiene hablar.
He pasado por confesionarios de diferentes matrices ideológicas:
cristiana, judía, budista y he sido escuchado por oídos
entrenados a tal efecto. Creo en la solidaridad: naufragar juntos y
compartir el agua potable y el alimento. Últimamente, todo lo que
necesito me lo pido a mí que me quedo cerca ( lema del año). El problema es que
a veces lo de tan cerca
no es tan así o sea todos nos
perdemos en nuestro propio bosque de pensamientos y yo no soy la excepción.
Estoy a punto de hacer una consulta por unas flores de Bach porque lo que
me atraviesa hoy es: sentimiento de culpa, autoreproche y
sentimiento de estar en falta., tres sentimientos claramente tipificados
por la tabla semiológica del Dr Bach.. Somos extraños los seres humanos.
Siempre nos llenamos de basura. Pareciera ser nuestra condición de existencia: pensamiento y falta de paz. Creo que el mito del Paraíso tiene que
ver con éso. La manipulación de objetos derivó en manipulación de conceptos y
la manipulación de conceptos nos incluyó. Estamos todo el tiempo observándonos
y calificando nuestra manera de vivir y actuar. Lo que se llama: mucho
adjetivo y poco verbo. O sea: la máquina de predicar apresa al sujeto y el
sujeto muere en la inacción. El mundo de las palabras ha sido y será toda
la felicidad para mí. Porque es algo conocido y lo que más abunda en mí. Más
que el dinero o el amor. Palabras y palabras. Millones de sonidos que se
enlazan entre ellos y forman frases y las frases se encabalgan en un discurso
sostenido como una sinfonía que impide el naufragio definitivo.
Pero para qué negarlo: voy
a probar con las flores de Bach. Es un sistema terapéutico fundamentado
en las investigaciones del doctor Bach, un irlandés muerto
muy joven.. Eso siempre me produjo dudas pero los seguidores lo atribuyen a una
purificación y pasaje a un estadio evolutivo superior. Retomando la idea son
flores disecadas de las que se extrae la esencia y se las diluye en brandy
parece que estas flores tienen cualidades vibracionales y como todo en la
materia es movimiento estas esencias afectan las vibraciones de los átomos que
nos constituyen. Como siempre en el sistema de creencias basado en pensamiento
mágico hay agujeros lógicos. Pero más allá de todo el hecho de que los perros
sean afectados por estas esencias fue el argumento que me convenció de probar.
Porque el perro no es simbólico o si? Tal vez el dueño se calme y por lo
tanto el dueño le transfiera ésa calma. Entonces sería placebo. Y ése es el
punto: si funciona para qué cuestionarlo.
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