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La gente que ama no es feliz

"La gente que ama no es feliz" leí por ahí.
Ha perdido la calma para siempre.
Porque en la pelota de piedra verde
han hecho de la muerte un espectáculo.
Así lo han descrito muchos escritores y
teóricos sociales. El Homo Videns lo quiere
ver todo. Y por lo que ve, ama. Y destruye
para mostrar como lo hace. De qué manera
hueso y músculo se encorvan en medio de las llamas
y son brasa. A ése hombre lo han matado. Y seguramente
él lo hubiera hecho, con la inversión de la taba.
En qué pensaba. En qué pensaba. ¿Se aquietará la fibra
nerviosa ante la inminencia de la agresión? ¿Se morirá
antes del homicidio? Algún salvoconducto para eludir
el martirio innecesario. Naciste y tan triste te veo morir.
La tristeza es una emoción blandengue. No me gusta
decir tristeza. Es una asfixia  humana.
Sería infinitamente más preciso decir: no me puedo sustraer
de la condición humana. Soy lo que veo.
 Me estoy quemando también.

Pero tal vez sea una atribución supernumeraria. Mirás
al aire. No voy a  decir cielo. En una de ésas confiás
en un sentido que narcotice el daño. Misterio para quien
te mira. Se me queman los ojos de ver.


El amor es regresivo porque ablanda tanto
el espíritu que te hace pasto para fieras. Tenés que ser de hierro
de piedra o metal. Mirar de reojo y decir: ésto ha pasado toda la
historia. Siempre se mató por codicia con un libro sagrado
en la mano. No hay modo de generar calor esta noche
aunque hace calor. Llueve. ¿El agua del cielo refrescará  las
brasas humanas? A quien sorprende algo tan común en estos tiempos.

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