Este viento no deja dormir
sacude llamadores de ángeles
que la gente cuelga para perturbar
a los vecinos. Los cuelga lejos
de sí. Como las fotos verdaderas
que sacuden el alma cuando uno
las ve. Esas que se sacan
en oportunidades especiales:
mirá yo cuando tenía siete años.
Y uno recuerda claro. Como cuando
escucha una música. ¿Quién no?
El viento benévolo trae un poco de
viento sur. De aquel que eriza el mar
y levanta las flores de lino.
Empuja nubes. Quién sino el viento
empuja nubes que explotarán lejos
del pasaje. En lluvia rabiosa sobre
casas con falta de preparación.
Los llamadores de ángeles son los
aros baratos de las orejas del viento
que es una mujer coqueta todavía.
Molesta como las vecinas metidas
que ya han perdido el tren. O esperan
que en un baile de jubilados un galán extemporáneo
las ponga calientes.¿ Por qué no?
Matamos el sexo de los niños y matamos a los
viejos porque tienen sexo. Un mundo servil
de ángeles pretendemos pero el sexo de los ángeles
es violento.
sacude llamadores de ángeles
que la gente cuelga para perturbar
a los vecinos. Los cuelga lejos
de sí. Como las fotos verdaderas
que sacuden el alma cuando uno
las ve. Esas que se sacan
en oportunidades especiales:
mirá yo cuando tenía siete años.
Y uno recuerda claro. Como cuando
escucha una música. ¿Quién no?
El viento benévolo trae un poco de
viento sur. De aquel que eriza el mar
y levanta las flores de lino.
Empuja nubes. Quién sino el viento
empuja nubes que explotarán lejos
del pasaje. En lluvia rabiosa sobre
casas con falta de preparación.
Los llamadores de ángeles son los
aros baratos de las orejas del viento
que es una mujer coqueta todavía.
Molesta como las vecinas metidas
que ya han perdido el tren. O esperan
que en un baile de jubilados un galán extemporáneo
las ponga calientes.¿ Por qué no?
Matamos el sexo de los niños y matamos a los
viejos porque tienen sexo. Un mundo servil
de ángeles pretendemos pero el sexo de los ángeles
es violento.
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