2 la envoltura ha quedado a un costado en un camino de ripio. Esas piedras que rompen los parabrisas. Había que presionar el puño para oponer una resistencia interior al impacto liberado por la piedra. Así llegaron a un sitio alto. Se escuchaba el grupo Abba y soñaba que era grande. Para hacer justicia, para pintarse los ojos y ser veloz como un caballo de carrera por la vida. Escuchó Coche rojo de Lauri Anderson y el tono la llevó al poema: Si digo agua no beberé . Como si al decir estás aquí , tampoco volverán ciertas afirmaciones a generar confianza. La mano que acomodaba las mantas con mucho peso en los pies ya no existe. Como tampoco las palabras que hacen esa magia: es de noche y volaré entre la luna y las estrellas. Al costado del camino de ripio parábamos por agua de deshielo. Dije agua y bebimos. Lo imposible ocurrió. Tomar de la montaña. Como de una ubre gigante aquella bondad del universo. Que brinda calor y calor. ...