una calle angosta de asfalto
es la me lleva de a poco
a la gran avenida de la que ya hablé
pero esta vez aparecerán muchos
pájaros marinos. Es así como se vive en urbanidad.
El mar en este momento eriza su lomo como el animal embarazado
de mundo que es. Lo llevo en cada molécula
mía. En el oído medio. En el corazón. Es lo que
me acuna las noches de soledad. El mar es mi gran
madre. Es todo. Allí están mis verdaderos gajos
de vida. Y allí descansaré después de correr sobre
adoquines y horribles lugares sin luz. Y a la noche
todas las noches recurro viajando al interior del hueso
donde escondo la médula verdadera del mundo.
es la me lleva de a poco
a la gran avenida de la que ya hablé
pero esta vez aparecerán muchos
pájaros marinos. Es así como se vive en urbanidad.
El mar en este momento eriza su lomo como el animal embarazado
de mundo que es. Lo llevo en cada molécula
mía. En el oído medio. En el corazón. Es lo que
me acuna las noches de soledad. El mar es mi gran
madre. Es todo. Allí están mis verdaderos gajos
de vida. Y allí descansaré después de correr sobre
adoquines y horribles lugares sin luz. Y a la noche
todas las noches recurro viajando al interior del hueso
donde escondo la médula verdadera del mundo.
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