a María Marie
nadie tiene representación de su propio
final. Pero todos los días vemos como
termina otro. Y como termina el día
como termina la estación y como
cae el deseo como un viejo traje
que evaporado nos deja desnudos
en la calle a la vista de todos
El vestido es transparente
no cubre la sensación de estar demasiado
vivo. Y se convierte en sudario
pret a porter. Vamos de sitio en sitio,
saltamontes picoteando un poco de felicidad
que se resume en calma
a la noche
cuando
la luna
simplemente
aparece.
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