hay una forma
sin duda
pero habría que
romper las convenciones.
Es todo aquello que ata
y niega lo que pugna
y canta victoria
en el sueño, el olvido
y la equivocación.
Cuándo seré
yo, la parte visible
la que conduzca
tranquila los pasos
al altar
de éso llamado
calma.
Cuando acaso
me torne de aire
finalmente
tanto viento
huracán.
Tanta palabrería
y guión que se dicta
noche a noche
para decir
nada.
Heme aquí servida
a la mesa de mi yo
comensal
tengo una manzana en la boca
y tengo el corazón abierto
con los ventrículos
llenos de agua primera
finalmente
la parte
más oscura
es la que habla y se hace escuchar.
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