Ir al contenido principal

El viento que los junta

Eran uno para el otro. Pero en el ir y venir o sea en el puente por ahí uno perdía pie  y caía. Podía ser asfalto, agua revuelta, pasto. La caída dejaba alguna magulladura. Pero estaban entrenados en caídas.
Cuando se cree en la gemelaridad de las almas se comete el peor equívoco. La metáfora se engulle la singularidad y pareciera que el amor que todo lo liga borra la diferenciación hasta para elegir el gusto de helado.
Los puentes son para ser atravesados. No son buenos lugares para instalarse. Las emociones serían puentes. Nos conducen a sitios de alta densidad epidémica. Hasta se puede perder la piel, el rostro, hasta la buena forma en el espejo.

Estos dos , en ese ir y venir descubrieron que existe un lugar en tierra firme con espacio suficiente para construir una casa de varios pisos. Sin lugares fijos  pero estables,  ni baúles pero placares amplios incluso para guardar algunos secretos. Qué sería de la vida íntima sin intimidad?. La casa en cuestión era un buen hogar en el sentido de que se podía vivir correspondiéndose a sí mismo. Y esto, esto no era interpretado como una afrenta ni un atentado al amor que todo lo liga.

Lo que todo lo liga (en el espacio )es el viento que los junta  indefectiblemente, cuando es momento.

Comentarios

Entradas populares de este blog

: Hornallas (pdn)

Lo veía llegar cargado con las bolsas del supermercado para llenar la heladera. Rápidamente, desenfundar el cuchillo de cortar carne para hacer un estofado, con zanahorias y cebolla de verdeo. Un toque de malbec y mucho malbec en las copas. Mirábamos el cambio de estación desde el ventanal y soñábamos con envejecer juntos. Yo dije que sí a todo pero dudando sobre lo de envejecer. No quiero estar para eso. Después comíamos vorazmente como si hubiéramos salido de caza y teníamos que acumular esa carne en los músculos para poder hacer frente a un invierno crudo a la intemperie. Malbec nos ponía contentos. Yo veía todo más hipermétrope . Había algo de distorsión en el futuro también. Las ollas quedaban sucias para el otro día. Las hornallas pedían un poco descanso. La mesa vestida con un mantel que ni ella reconocía en su memoria de mesa. La noche se hacia de día. Eran columnas de luz heridas por el fósforo de la petroquímica. Me ponía la placa de bruxismo y me ocultaba en un edredón inver...

Susurro

en tono confesional: susurro una pequeña  verdad revelada a la primera luz del día. Me fue dada la libertad de callar o decir pero la cuestión es encontrar la forma. Podría poner puntos suspensivos y generar una gran duda pero es sencillo  y muy sintético: no ocurrirá nada extraordinario como un nacimiento o una muerte.  En la percepción de cómo irán ocurriendo las cosas,  el tono o el valor será cuestión de quien califique. La hondura de la huella de alguien sobrecargado no es mérito,  avaricia: querer llevarse todo. La mañana está llena de revelaciones se puede partir el esternón por un ancla histórica. O la magnolia me endulzará de tal forma que la vida será embriagante. Buscaré la estrella que fría tal vez muerta se ve,  porque estoy como habrán estado tantos, atenta a su esplendor. Un planeta rojo me dirá que hay otros lugares y todo me parecerá una experiencia primigenia. El sol del mediodía ya m...

Preterintención

Somos animales de visión. Vemos todo el tiempo y lo que vemos es apenas y con agravio  una clara distorsión del paisaje geográfico o humano. Distorsiones de aquellas configuraciones que se arman ya sea por el tránsito, el viento, la lluvia o el calor. Las fiestas también son factores aglutinantes. Las mujeres del relato se odiaban de una manera constitucional. Tal vez,  por el hecho de que eran madre e hija. Las novelas de temas femeninos se originan en el Crossing Over:  en lugar de una Y aparece otra X. Las dos mujeres se odiaban tanto que no hacían más que confirmarlo cuando estaban lejos. Porque vivían lejos. Tan lejos como tres o cuatro ciudades grandes de distancia. * Lo intangible del pensamiento común lo hace venenoso como el arsénico en el acuífero. Imperceptible va calando el esmalte de los dientes. El odio en el centro del amor es la partícula (cero) de arena en la ostra que producirá una perla de gran valor. El pensamiento es una máquina degenerativa...