El tiempo origami ofrece resistencia para no romper su materia pero si uno tiene paciencia puede desandar el procedimiento de plegado y desplegarlo en una plancha amigable para descansar un rato y pensar. Pensar es luna actividad solitaria (como soñar pero sin colores estridentes y gente mosaico) Si uno se detiene a pensar, esto puede ser en posición de loto o caminando a paso corazón, el tiempo se amplía y profundiza y aparecen ésas puertas mágicas que a todos nos han llevado en general por cuestiones culturales a un bosque lleno de dragones, princesas, sapos y sobre todo al desafío de querer volver a tomar la leche y hacer los deberes, entre otras cositas.
Apereció un temita.
Paso a desplegar.
Nunca le leía cuentos a mi hija, me sentaba al lado de la cama y los inventaba. . Hasta que se dio cuenta y me dijo: che vos me engañas, el libro no dice eso (tres años más o menos). Entendiendo que podía ser un error mechaba la actividad un cuento leído por un cuento inventado. Me atuve a la letra y leí bastantes cuentos letra por letra. cosa que me aburrió bastante porque para entretener tengo que estar entretenida yo. Será narcisismo que le llaman. Durante muchos años me sentí culpable y creo que más de un pedagogo me hubiera mandado a la hoguera. Pero después apareció la idea de que fundar un hogar es fundar las reglas y en cuanto a la lectura las reglas las fundamos los padres. Le guste o no a Tonucci. En fin. Esa es la verdad de la milanesa. Inventé más cuentos que los que leí a mi hija..
Secuelas? si sobre todo cuando tiene que leer biología y decir mitocondria y no otra cosa. Pero sabe que son contextos diferentes. Se llama armar al alumno del secundario de segundo año o al ciudadano futuro votante y monotributista.
No nos está yendo mal.
Ganancias (por llamarlo de alguna manera y no decir fortalezas):
me dí cuenta que mi hija tiene la capacidad para crear historias , de la nada.. Ella no recuerda la génesis de todo esto porque tendría menos de tres años cuando me señaló que no seguía los renglones de los libros. Pero esto no se reduce a la clase de literatura si no a la hora de crear soluciones para los problemas que se le presentan a sus trece
. Confía que puede resolver problemas. Y no hablo de las acrobacias matemáticas. Hablo de lo social.
Creo que la lectura en verdad es una condición. Uno puede leer en el aire las cosas que va enlazando en historias.
¿Por qué cuento ésto?. Porque cumplo años. y mi hija me hizo otra carta donde me dice un montón de cosas inesperadas: ligadas por la lengua materna creamos un idioma común y diferente. Adolescente y Menospoausente nos vamos entendiendo.
La vida es la vida. Pero la biografía, la mejor de las invenciones.
Creo que ella está entendiendo algo de esto. Y me pone feliz porque es el único legado que verdaderamente me importa dejarle: uno se puede inventar a sí mismo.
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Apereció un temita.
Paso a desplegar.
Nunca le leía cuentos a mi hija, me sentaba al lado de la cama y los inventaba. . Hasta que se dio cuenta y me dijo: che vos me engañas, el libro no dice eso (tres años más o menos). Entendiendo que podía ser un error mechaba la actividad un cuento leído por un cuento inventado. Me atuve a la letra y leí bastantes cuentos letra por letra. cosa que me aburrió bastante porque para entretener tengo que estar entretenida yo. Será narcisismo que le llaman. Durante muchos años me sentí culpable y creo que más de un pedagogo me hubiera mandado a la hoguera. Pero después apareció la idea de que fundar un hogar es fundar las reglas y en cuanto a la lectura las reglas las fundamos los padres. Le guste o no a Tonucci. En fin. Esa es la verdad de la milanesa. Inventé más cuentos que los que leí a mi hija..
Secuelas? si sobre todo cuando tiene que leer biología y decir mitocondria y no otra cosa. Pero sabe que son contextos diferentes. Se llama armar al alumno del secundario de segundo año o al ciudadano futuro votante y monotributista.
No nos está yendo mal.
Ganancias (por llamarlo de alguna manera y no decir fortalezas):
me dí cuenta que mi hija tiene la capacidad para crear historias , de la nada.. Ella no recuerda la génesis de todo esto porque tendría menos de tres años cuando me señaló que no seguía los renglones de los libros. Pero esto no se reduce a la clase de literatura si no a la hora de crear soluciones para los problemas que se le presentan a sus trece
. Confía que puede resolver problemas. Y no hablo de las acrobacias matemáticas. Hablo de lo social.
Creo que la lectura en verdad es una condición. Uno puede leer en el aire las cosas que va enlazando en historias.
¿Por qué cuento ésto?. Porque cumplo años. y mi hija me hizo otra carta donde me dice un montón de cosas inesperadas: ligadas por la lengua materna creamos un idioma común y diferente. Adolescente y Menospoausente nos vamos entendiendo.
La vida es la vida. Pero la biografía, la mejor de las invenciones.
Creo que ella está entendiendo algo de esto. Y me pone feliz porque es el único legado que verdaderamente me importa dejarle: uno se puede inventar a sí mismo.
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