Ir al contenido principal

naturaleza y (malestar en la) cultura en cuestiones de amor: la invención del amante?

Oscar Wilde dice que los hombres cuando aman apenas dan algo de vida y las mujeres cuando aman lo dan todo. El pensamiento binario que clasifica de modo taxonómico a la usanza de los viejos naturalistas no hace más que reproducir lugares comunes y clichés de mal gusto. Yo digo ni una cosa ni la otra. Primero revisemos lo que significa amar (para la que escribe)  El ideal decimonónico de "alienarse" en el otro supone (y aún con vigencia)   el primer equívoco. El desollado barthesiano pierde la membrana protectora frente al mundo porque sencillamente la membrana protectora es una prolongación a veces bastante apolillada de la membrana que ése otro elegido por equívocas circunstancias, a veces no está dispuesto a compartir. Entonces las mujeres caemos en la crítica despiadada de quién nos frustra todo el tiempo y por ahí, sin tener idea, porque nuestras expectativas son poco claras y todo el tiempo en franco desplazamiento .


Y como tenemos alma de redentoras y el amor es un caso típico de locura temporaria, en pleno estado confusional, pretendemos que el otro está en todo equivocado y como hechiceras de poder deficitario, creemos  que debemos transformar a la rana en Príncipe. Cuando en general lo que hay son ranas y punto.Y cuando digo ranas me refiero a la dupla. No me creo lo de las princesas tampoco. Pero insistimos. Y hacemos una obra de escultura, máscara y guión para que quien nos acompaña en tamaña empresa amorosa nos brinde alguna señal de cambio. Porque estamos en la invención de nuestro amante ideal. De ese "otro" en quien  debe convertirse el amado.

En lo personal he cometido el peor error: adorar y creer que los logros del amado son mis propios logros. Porque he colaborado con mi fuerza de trabajo. Como tantas incautas, cautivadas por el canto del Sireno, una se ha hecho cargo de:  cuidado personal, salud y progenie. Porque  nadie mejor que una para ecónoma de la empresa doméstica. Es lo que llamo la conversión de un vínculo amoroso en una Pyme de crianza. Ideológicamente soy partidaria de que cada quién limpie su mugre. Rosa Luxemburgo me salve de explotar a nadie. Gracias a la nueva ley me sentiría más cómoda. Leyes claras conservan buenos acuerdos de trabajo. Sólo  las mujeres que sostienen la doble jornada entenderán a qué me refiero. No juzgo otras posiciones. Tiene que ver con una convicción casi orgánica. Pero ése es otro tema .

 Interminables conversaciones con amigas mujeres de variada experimentación en lides amorosas me han brindado material para construir una Tipología de "posiciones femeninas" . Cabe aclarar que algunas me resultan muy conocidas, a saber:
* plastificadas en vinculos  convencionales con alto grado de insatisfacción (quejosas,hipocondríacas, etc) en función de la crianza de los hijos (el pasaje de pareja a PYME de crianza en cuestión de nueve lunas)
 * picaestambres (en la clandestinidad) y sufridoras,
*picaestambres por convicción con cero culpa
 *mujeres en solitud  ( concepto de Hanna Arendt)
* mujeres  en soledad y sufridoras....
*mujeres buenas jugadoras.

Como toda categorización deja por fuera un océano de experiencias pero me alcanza para reflexionar  en términos de condición amorosa y no de tonto  enamoramiento (del cual pareciera que Cupido sigue siendo el responsable). No creo en el amor flechazo. No tengo edad ni aspecto para producir ningún flechazo. Mis condiciones eróticas para llamar amor a algo es que tiene que ser divertido...  y todo sea disfrutable, incluso las frustraciones. Y suscribo a la Teoría de los juegos, donde hay riesgo, apuestas y todo el tiempo toma de decisiones. 

Volviendo a la cita desafortunada de Oscar, sólo voy a agregar que las mujeres cuando nos "perdemos"en el otro es porque intentamos forzar compulsiva e infructuosamente a ese otro a "ser como nosotras queremos"  con la fuerza devastadora de "las buenas intenciones".  Y no es la versión del amor qué más me interesa hoy por hoy. Eso es una calamidad de afectos destructivos. Es mejor encontrarse con alguien con entidad propia, Nada de andar perdiendo la epidermis de a cachos para emparchar las llagas del desollado. Disfrutar de las innovaciones que surge en el encuentro de alteridades, supone que como cambia todo cambia ,el amor sería un devenir/trabajo  de  (re)invención de uno mismo junto  al valiente que se anime al juego de  (re)invención propia, claro.  La energía puesta en nuestra propia invención es una gran inversión.

 Y si fracasáramos..... bueno, habremos aprendido algo  (como siempre , de uno mismo).

Comentarios

Entradas populares de este blog

: Hornallas (pdn)

Lo veía llegar cargado con las bolsas del supermercado para llenar la heladera. Rápidamente, desenfundar el cuchillo de cortar carne para hacer un estofado, con zanahorias y cebolla de verdeo. Un toque de malbec y mucho malbec en las copas. Mirábamos el cambio de estación desde el ventanal y soñábamos con envejecer juntos. Yo dije que sí a todo pero dudando sobre lo de envejecer. No quiero estar para eso. Después comíamos vorazmente como si hubiéramos salido de caza y teníamos que acumular esa carne en los músculos para poder hacer frente a un invierno crudo a la intemperie. Malbec nos ponía contentos. Yo veía todo más hipermétrope . Había algo de distorsión en el futuro también. Las ollas quedaban sucias para el otro día. Las hornallas pedían un poco descanso. La mesa vestida con un mantel que ni ella reconocía en su memoria de mesa. La noche se hacia de día. Eran columnas de luz heridas por el fósforo de la petroquímica. Me ponía la placa de bruxismo y me ocultaba en un edredón inver...

Susurro

en tono confesional: susurro una pequeña  verdad revelada a la primera luz del día. Me fue dada la libertad de callar o decir pero la cuestión es encontrar la forma. Podría poner puntos suspensivos y generar una gran duda pero es sencillo  y muy sintético: no ocurrirá nada extraordinario como un nacimiento o una muerte.  En la percepción de cómo irán ocurriendo las cosas,  el tono o el valor será cuestión de quien califique. La hondura de la huella de alguien sobrecargado no es mérito,  avaricia: querer llevarse todo. La mañana está llena de revelaciones se puede partir el esternón por un ancla histórica. O la magnolia me endulzará de tal forma que la vida será embriagante. Buscaré la estrella que fría tal vez muerta se ve,  porque estoy como habrán estado tantos, atenta a su esplendor. Un planeta rojo me dirá que hay otros lugares y todo me parecerá una experiencia primigenia. El sol del mediodía ya m...
 Lo que puede un cuerpo o el historial de A.  No voy a decir que se fue de gira, ni que está en el cielo. Decir que se fue, tampoco es correcto. Irse supone una acción, algo que la muerta no podrá hacer. Digamos que se detuvo. Y está ahí, si "estar" pudiera aplicarse en este caso. Mejor decir: fue depositada. Y ahí se deshará. Se destejerá y los huesos yacerán pelados y a la vez cubiertos por la tela de que la envuelve. Elegimos una manta abrigadita tejida por ella. ¿Por qué no decir que murió y listo? Porqué cae como una guillotina en mi cuello decir que murió. Denme tiempo y lo podré decir cuando contemos anécdotas de borrachas dentro de un año. Está ahí. Con el semblante tranquilo. Tampoco digamos que duerme. Si sabremos ella y yo lo que es dormir. Está ahí detenida y en proceso de convertirse en cosa. Ella se reía de los ritos funerarios, pero me dijo una vez "n0 dejes de ir a un velorio si te invitan porque después es peor tener que dar excusas. Vos vas, saludas y t...