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rara avis in terris

Estar en el último escalón de la escalera puede deberse:
- a que uno recién empieza a subir
- o, que por algún motivo, no se ha avanzado más: por comodidad, inhibición o perspectiva.
 Si se piensa la vida como un Delta en realidad la isla de barro que ayer estaba llena de cañas y palafitos, mañana puede no estar. Vivir en un lugar tan móvil puede deberse a:
-que uno nació allí y no conoce otra cosa
- o que los canales y las casas inundables despierten una pulsión (desmesurada) por lo imprevisto con lo cual una gran sentido de ubicuidad y estado de alerta.

 Vida vertical ascendente (y descendente) o vida deltaica rizomática y acuífera. Dos modos de gastar los días.
(El que nació en la pampa necesita el cielo abierto, la amplitud, el sol poniéndose bien abajo. Nada de edificios que se interpongan entre uno y la tarde. Que en las ciudades anochezca antes por los edificios es la peor aberración antrópica que he experimentado).

*

Siendo reduccionista , con ganas de terminar rápido y sin decir nada nuevo, pienso, que administrar cierto poder en este país respondería  a  uno de los dos perfiles paisajísticos:
-versión escalera,:el que está arriba indefectiblemente ejerce un poder sobre el que está abajo y le gusta. Le gusta mucho (estar arriba porque hay gente abajo)
- El rizomático,  más escaso. Una rara avis. Tal vez no exista o no llegue a reproducción simbólica. Tal vez muera antes de nacer como proyecto. Un oxímoron. En fin . Estuve de paseo por el Delta. Me gustó mucho. No podría vivir allí sin una lancha que extienda mi movilidad por los canales. No sé si soportaría la incertidumbre del agua que sube.
Pero me gusta "pensar" que es posible "pensar" el poder cuyo canal de distribución respondiese a un modelo tan móvil como el Delta.
En fin.
Inocencia me llaman
Con esta utopía me voy a dormir.

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