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Momentos de buena calidad

 El tiempo es lo que no pasa entre lo que se espera y lo esperado. Si uno tuviera un poco de inventiva se encargaría de producir buenos momentos. Sólo momentos de buena calidad. Qué otra cosa puede haber más maravillosa que aquello que remite a lo primario, incalificable que atraviesa los sentidos y conduce a los recuerdos más tiernos. Mi mamá me ama  es y ha sido el sintagma más necesario de la humanidad. Que alguien te ame.  Y que sea Ella. La perfección alimentaria. Las decisiones mejor tomadas. La caricia y el abrazo más abrigado.

Luego llega: yo  amo a mi mamá. Y la sorpresa de recibir el mensaje tan esperado. Una gran devolución. Yo también te amo. El lazo más duradero y más controvertido. Pero tengo que salir. Tengo que salir de ése lugar tan cálido y cómodo. O tan glacial. Porque las dos temperaturas  te llevan a la hipoxia.

Entonces llega: mejor me voy y andante nomás.... no te entiendo ni me entenderás. 

Después, la espera:  paréntesis de eventual felicidad.

Comentarios

Laura B. ha dicho que…
Impecable. Lo que me gusta de tu forma de escribir es que es lo suficientemente impredecible como para generar en el otro cosas diferentes -a las que se acostumbra-.
No se sabe muy bien a dónde querés llegar hasta que de pronto sí, y aunque todo cierra, las puertas quedan abiertas. Es un lindo proceso.

Besos van
FERNANDA CASTELL ha dicho que…
gracias, es muy generoso de tu parte es un gesto poco común y hace tanto bien!

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