Desapego: actitud de indiferencia en presencia o ausencia de personas u objetos. Es un Valor oriental: el apego produce sufrimiento. La Verdad
pareciera ser la Impermanencia. Lo lamento por mí. No soy oriental. Y sufro mis
pérdidas. Hoy perdí un arito de turmalina. Digamos que el
afecto que uno liga a las cosas no tiene que ver con las cosas. Cómo
explicamos entonces, la cantidad de angustia, el drama que se desencadena. Lo primero que
aparece es: no puedo conservar nada. Y si no conservo siquiera el par de aros 80 pesos, mi capacidad de conservación es
equivalente a la famosa canasta llena de gases.
Miro mi mano. Aparecen las primeras manchas del paso del
tiempo. No lo puedo creer. Canas sí. Manchas no. Por favor. Ya tengo las
manchas que ostenta mi madre y ni siquiera llego a la cincuentena. No tengo
nietos y no me veo con rodete blanco. Digresión aparte: perdí pigmentación y
además colágeno. No voy a entrar en detalles.. Las mujeres me van
a entender. Mi hija dice: no soporto ser tan horrible. Yo la miro y recuerdo el
deseo de hacer un clavado en el arroyo más próximo para ahorrarle al mundo
tanta fealdad de mi parte.. La miro y sé que cualquier cosa que diga no le va a
servir para sentirse mejor. Es absolutamente subjetivo. Es bellísima. Pero qué
puedo decir yo que soy su madre. Reprimo comentarios voluntaristas. Sólo digo:
lo que te pasa a vos se cura con el tiempo…. lo digo porque me pasó. Actualmente
me siento divina y nadie podría persuadirme
de lo contrario. Se suena los mocos y ríe contrariada. En fin, ella se ve
fea y me incluye en el segmento de las feas. Para ella soy fea pero fuerte. Digo.
Para ella soy fuerte. Represento la muralla que aguanta la borrasca. El abrigo.
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Hace tiempo que ando perdiendo cosas. No es novedad. Pero la
gran pérdida es la posibilidad de poder recostarme en alguien que signifique
una muralla, un abrigo para el frío metafísico y un chiste para un
aplastante sentimiento de insignificancia frente a la encarnación femenina de la belleza y el éxito.. Hace tiempo, mi meta es creerme lo del Desapego respecto de esos Ideales( inoculados). No interesa lo
que diga la gente que te ama en el tiempo actual.. La mirada amorosa hacia uno mismo se
construye (o no) a cierta edad. Y depende de la elección del personaje que pudiendo representar la Muralla muchas veces oficia de Aluvión para sepultar al vástago. Sólo el sobreviviente sabe cómo lo ha logrado.
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La única verdad será la realidad, pero lo único verdadero es
aquello que permite soportarlo.
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