Título de un libro que le
regalara su madre a los catorce años. Ella lo tomó, olió y cerró
para siempre. Hace poco lo recordó pensando en la alegría de vivir. Alegría
es una palabra menor. Una palabra cascabel o kermes. Algo
ficticio. Esa era la concepción de alegría que tuvo por muchos años.Hasta que después de
una separación, sintió al despertar liviana como pluma de paloma algo parecido a la alegría de vivir.
A qué adolescente podría
ser útil semejante libro. Además, la categoría del ser tu mismo, excluye por definición al segmento de pubescentes del club de lectura, en el caso de existir. A ésa edad el problema, al contrario de lo que se cree,
es el exceso de mismidad y la extrañeza que provoca. Un cuerpo que explota y un
psiquismo que no alcanza para descifrar por ejemplo, el capítulo Tetas. Una mujer cuando deviene en tal debe hacer todo un trabajo de
adecuación al mundo mamario. De invisible y molesta todo el tiempo a portadora
de senos de los cuales todo el mundo opina: pero qué tetas que sacó esta chica….
El estar en falta es entonces
el sentimiento que aparece como el cristal a través del cual se ve el mundo. Teta o que hacer con el excedente: toda una cuestión de estado para
cuerpos desesperados en vías de maduración. Qué se espera de mi y que es lo que
hago mal: pareciera que ocupar un lugar en el espacio o culpa de existir. Y tener esa forma infame te convierte de un día para el otro en
materia opinable de los mayores y masculinos de cualquier edad. Tocar una teta
es algo agradable. Cuando brotan son dos botones o pastillas duras. Casi como
un alfajorcito. El impacto es el ritmo. No avisa, sale de golpe tanto que casi no da tiempo a pedir a la
madre que compre un corpiño para esconder los pezones. El pezón delator es una
ignominia. Tanto como los indicios de sangre menstrual que hay que lavar y
envolver en papel higiénico para ocultar el hecho incluso, en el tacho de la
basura. Los pezones y la sangre menstrual: demasiada información sobre un
cuerpo con necesidad de ser invisible.
*
Un día tomó nota de algo llamado sufrimiento: desproporción entre motivo y carga afectiva atribuida. Y dale que va, buscó soluciones: médicas, psicologistas, ecologistas y finalmente espirituales. La dimensión de lo espiritual es aquella donde se produce una mezcla de todo lo anterior legitimada tan solo por los años y en muchos casos la desesperación. Dejar de ser Paciente es dejar el banquito de la espera. Y Ser espiritual devuelve el oficio de ser uno mismo al ciudadano. En esta ciudad sagrada que se llama mi casa las reglas las fundo yo. Y ella era Yoísta (categoría acuñada por el insomnio en abstinencia de luz eléctrica y pasiflora)
Un día tomó nota de algo llamado sufrimiento: desproporción entre motivo y carga afectiva atribuida. Y dale que va, buscó soluciones: médicas, psicologistas, ecologistas y finalmente espirituales. La dimensión de lo espiritual es aquella donde se produce una mezcla de todo lo anterior legitimada tan solo por los años y en muchos casos la desesperación. Dejar de ser Paciente es dejar el banquito de la espera. Y Ser espiritual devuelve el oficio de ser uno mismo al ciudadano. En esta ciudad sagrada que se llama mi casa las reglas las fundo yo. Y ella era Yoísta (categoría acuñada por el insomnio en abstinencia de luz eléctrica y pasiflora)
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Culpa: atribución de
responsabilidad por daño hacia una persona, propia o ajena por alguna acción
cometida fuera de un marco legal determinado. Por ejemplo: voy a lavar las
tazas, se cae la torre de tazas: soy
torpe. Eso produce culpa. Porque las tazas no estaban rotas hasta que las toqué
yo. La persona con culpa es una persona servil en función de una pena tan honda
y perdida en el fondo de los tiempos que cualquier cosa produce culpa y
cualquier cosa por lo tanto supone una pena. Otro concepto relacionado es el de
Pecado. Pecado es una palabra tan teñida de religiosidad que parece
supersticioso hablar de pecado. A la altura de la maduración intelectual hablar
de pecado no queda bien. Sería pensamiento mágico por el cuál se pensaría todo
el tiempo en función de una deidad tan
omnisciente como incontrastable que controlaría cada uno de nuestros actos. Ante la falta
llamada pecado una sanción o pena y por lo tanto, culpa. En verdad el verdadero
contenido de la palabra pecado es error, desvío, equivocación. Si tomamos la
palabra fuera de la trama religiosa habría que preguntarse: error, desvío o
equivocación respecto de qué.
*
Digamos que la culpa es la
polilla del alma. O mejor: un bicho taladro. Corroe la estructura por dentro
dejando intacta la apariencia. Por lo tanto el ser enbichado por la culpa conservaría el fenotípo
más no las funciones. Y la adquisición de un hábito vicioso como tapón: tabaco, tallarines o drogas duras haciendo estragos en la
apariencia. Acaso la culpa en verdad sea el motor de la Historia. Porque como se dijo antes la persona que tiene culpa, es servil.
Si no lo hago yo, quién?
Cuando se enteró que tenía
una amiga internada en el psiquiátrico la fue a visitar. Estaba acostumbrada a
trabajar con psicóticos. Lo que no estaba para nada acostumbrada era ver a una
par en ese estado. Encontró mezcladora silábica que pudo articular un: me fui al tacho y luego: los voy a necesitar. Se podía intuir a su amiga en formato bonsai
pidiendo ayuda desde alguna zona de su humanidad, todavía a salvo. Los locos expresan un rechazo paranoide hacia
su propia familia. Como si tuvieran oído absoluto y escucharan el alma de los
parientes que tienen que cargar con ellos hecho que produce bronca. Tener un
hermano loco es una carga. Como ella es de índole comprensiva no lo juzga. Porque se ha sentido en ambas orillas. En definitiva estar de un
lado o de otro es cuestión de azar. Le llevó música y acuarelas. Pero apenas
pudo conseguir que se vinculara con el material. La cuestión es que algo la llevo a hacerse
cargo de la enfermita. Si no lo hago yo
quién. Un poco como las viejas junta gatos abandonados o las solteronas de
sesenta junta perros, ella juntaba experiencias de cuidado de locos o enfermos
terminales. A cada paso un mendigo a cada paso un niño abandonado. Una masa
crítica de víctimas equivalente a un distrito mediano. ¿Por qué ella no puede seguir de largo de largo como los otros? Sentimiento de autopunición podría explicar semejante afición.
Cuando conocer el Génesis puede ser un problema.
El pecado o error se puede
entender respecto del propio deseo. Lo que ocurre es que los seres humanos somos escindidos por definición. Nunca tenemos claro a qué patrón estamos obedeciendo. Se nace de la mezcla dos seres humanos: progenitores que si funciona el apego se convertirán en padres. Nuestra especie está preparada
para romper todas las reglas. Hay gente que no quiere a sus hijos. Muchas
madres refieren fantasías de horripilante carácter frente a eso llamado bebé.
Bebé de beber. El bebé bebe a su madre por el pecho. ¿La teta se convierte en
pecho o el pecho en teta? ¿Cuál sería el término nutricio? Pecho tienen los
humanos tetas todos los mamíferos. El bebé bebe la teta. En verdad nadie
explica a la madre cuanto y como le dolerá dar el pecho o la teta. Los pezones tienen
una piel tan delicada que la succión aplastante del paladar del niño es una
mordida de cocodrilo ( algo que sabe por experiencia propia) Durante décadas
fue una práctica suprimida. A partir de los noventa se exaltó tanto como el
parto domiciliario, el parto acuático y la presencia casi siempre inoperante del padre. Todo
en función de los derechos del bebe de tener un parto humanizado. Como si la
tecnología y la asistencia médica fuera una cuestión extraterrestre. Entonces
tenemos un montón de madres de edades variopintas con los pezones sangrantes
pero convencidas so pena de culpa eterna de dar la teta más allá de dolor,
inflamación, sangrado y ser un animal vestido a medias durante tres años.
*
Digamos que el crecimiento y
desarrollo de una persona es una guerra contra la inercia biológica. Una vez
que se nace la batalla primera es el bipedalismo. Y luego el control:
esfínteres y desprendimiento de la madre. Ah desprendimiento de la madre.
Porque a la inercia biológica se agrega la inercia psíquica: la madre desea
reabsorber el producto. Y no sólo contamos entonces con que el ser vivo quiere
retornar a un estado anterior de cosas llamado NADA sino que las personas a
través de la experiencia maternal crean y recrean ésa metáfora con algunos de
sus hijos. Los más vulnerables o tal vez quienes puedan soportarlo. La locura
es un intento de reparación de la realidad. Es algo de manual. O
algo de diván. Su amiga intentó por todos los medios mantener
su autonomía. Se fue a Barcelona, se casó trabajó como asistente social. Llevó
una vida de cuentas por pagar de modo ordinario con marido incluido. Y qué paso
luego: se manifestó. La persona que enloquece expone de manera cruda el trabajo
del bicho taladro.
Retornando al Génesis. Se dice que haber nacido desde el deseo es más subjetivante que
haber nacido desde la casualidad. No es tan así. A veces el deseo puede
ser tan mortífero como la indiferencia. Ella en particular (según le contaron)
fue concebida en un lugar de playa: viajamos especialmente para buscarte a vos.
Semejante expresión escuchada a los doce años es asquerosa. No pudo evitar "ver"
a sus padres haciéndola . El deseo en su versión plomada: crecimiento y desarrollo como agregado de células y músculos o adulto en estado de bebé cosa objeto eternizado en la mirada de la
madre con su teta envenenada. El deseo en su versión vitalizante: si el padre no falla y produce un clivaje.Pero hay que encontrar un hombre con ése valor. Algo parecido a un buen psicoanalista. No todos lo pueden hacer. Pero prefiero las conclusiones optimistas. Por suerte, la Campana de Gauss está rellena en la parte media. Y son muchos los que se gestan bajo el efecto de la segunda versión deseante. Y hasta pueden hacer acuerdos de convivencia con el Bicho taladro.
Salute!
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